Querida Ava

 Decreto: 

Serás la mejor versión de ti misma.

No serás la repetición de nuestras heridas, ni el reflejo de nuestros miedos.
No serás la versión de nosotros, tus padres.
No cargarás con lo que no te pertenece.
No heredarás nuestras cadenas ni nuestras limitaciones.
No repetirás patrones que no construyen, ni te amoldarás a caminos que no son tuyos.

Serás libre de elegir tu propio destino,
de construir tu propio carácter,
de decidir tu verdad con valentía.

Serás la mujer que se conoce, que se abraza, que se honra y se respeta.
Serás la mujer que sana, que rompe ciclos, que elige la paz antes que el caos,
que elige el amor propio antes que la conformidad.

Serás la mujer que camina con firmeza,
la que no teme al silencio,
la que transforma su dolor en sabiduría,
la que se permite llorar, reír, descansar y volver a empezar.

No serás lo que el mundo quiera imponerte.
Serás la mejor versión de ti,
la versión que Dios, el Universo, la Vida soñaron cuando te crearon.
La versión más auténtica, más honesta, más llena de luz.

Ese es mi decreto para ti,
ese es mi rezo,
y ese es mi mayor deseo:
que seas tú, siempre tú,
y jamás la sombra de nadie.