to the Universe
Recuerdo la noche,
y las muchas noches en las que me pasé llorando,
mientras me mantenía de rodillas,
hablándole a Dios con todo lo que anhelaba por dentro.
Gracias, gracias y gracias.
Mi vida es un don.
Aprendí que el don de la vida y las bendiciones que recibimos de Dios
no pueden ser reemplazados por nada terrenal.
En este mundo hay demasiada maldad, envidia, engaño, prejuicios, robos, manipulación, energía negativa,
personas miserables con sus propias vidas, guerras, desastres naturales, violaciones…
y las palabras que usamos, que pueden crear vida o destruirla.
Dios sabe que mi alma está cansada,
que mi cuerpo también lo está.
Pero mi fe sigue en pie.
Yo sigo en pie mientras Dios me permita respirar aire,
abrazar a mi hija,
volver a estar en los brazos de mi amado esposo,
saber que mi familia está bien
y seguir rezando por aquellas personas que no tienen la oportunidad de despertar y ver otro amanecer.
2024 me dejó grandes lecciones.
Aprendí a no ser tan amable con personas a quienes alguna vez tuve cariño y respeto.
Personas a quienes compartí partes de mi vida
y que hoy piensan conocerme mejor que a mí misma o incluso que a Dios.
Hoy decido dejar todo eso atrás y no tomarlo personal.
Soy feliz en mi mundo con Dios y mi pequeña familia.
Pido seguir recibiendo siempre con abundancia en todo lo que haga en esta vida,
que no me falte ni me sobre.
Que mis hijos siempre tengan a Dios presente en sus vidas.
Que mi familia pueda dejar atrás tradiciones y costumbres que ya no sirven a nuestro crecimiento.
Tengo más que claro que conseguiré, paso a paso,
todo lo que mi corazón desea,
con la ayuda de Dios
y con la fuerza que yo misma aporte a la ecuación.
Comments
Post a Comment