no te rindas
No me asusta estar sola.
No me molesta estar sola.
De hecho, me siento más cómoda sola que rodeada de gente.
Desde mi perspectiva, muchas veces pienso que estoy sola… cuando en realidad no lo estoy.
Tengo a mi padre, a mis hijas, a mis hermanas, a mi único hermano y a personas que amo, y que también me aman a mí.
Tengo 36 años de vida en la tierra.
Soy una diosa de pelo afro,
piel negra, hermosa, lista, alta,
amada hija del Altísimo y Padre Todopoderoso.
No he venido a este mundo en vano.
Cada día sigo aprendiendo sobre cosas que antes no sabía apreciar.
Hoy valoro más lo sencillo, lo pequeño, lo verdadero.
Este post es para recordarme a mí misma,
y para recordarte a ti —si estás pasando por una etapa de frustración o turbulencia—
que no te rindas.
Nunca te rindas.
Da gracias por todo.
Por lo mucho o lo poco,
por lo grande o lo pequeño.
Últimamente, hay dos frases que resuenan profundamente en mi mente:
“Me gustaría…”
“Me lo merezco.”
Y sí, me lo merezco.
Y tú también.
Sigo trabajando cada día en convertirme en mi mejor versión:
para mí, para mis hijas, y para mi familia.
Seguimos trabajando. Seguimos esforzándonos.
Y lo estamos haciendo bien.
Comments
Post a Comment